El Modelo Pedagógico Humanista tiene como propósito el pleno desarrollo de la personalidad del estudiante de una manera integral y novedosa además de lograr armonizar el colectivo escolar tanto maestro, estudiantes y demás. Concibe al estudiante como eje central activo, único, líder de su aprendizaje, y capaz de desarrollar habilidades en todas sus dimensiones, y colocándolas a favor de transformar su realidad de su entorno logrando tener una vida plena y digna. El proceso de enseñanza y aprendizaje debe empezar por tener en cuenta las potencialidades y necesidades individuales de los estudiantes y con ello crear y fomentar un clima social fundamental para que la comunicación de la información académica y la emocional sea exitosa.
En este paradigma se desarrollan los aprendizajes significativos de una manera vivencial, partiendo de la experiencia misma del educando, en donde se utilizan métodos activos de aprendizaje y conceptualizando a la educación como una experiencia creadora. También es importante, es indispensable que existan programas flexibles, que llamen la atención de los estudiantes y los mantengan activos y dinámicos durante todo el proceso. Otro eje fundamental del modelo humanista es la formación en valores que estudiante forma como los valores más importantes que promueve el modelo son el respeto, la tolerancia, la libertad, todos ellos básicos para la convivencia humana.